Con los niveles de pobreza y riesgo de exclusión social infantil en los que nos movemos en España en estos momentos (alrededor de 2,7 millones, un escalofriante 36,2%, según UNICEF) hay determinadas líneas rojas que no se deberían traspasar.
La publicidad ha sido y será siempre esa ‘amistad peligrosa’ decidida a conducirte por el camino de las pasiones y los consumos, capaz de venderte los encantos del mismísimo diablo disfrazándolo de ángel. Pero incluso en el mundo publicitario existe la ética o, en su defecto, debiera estar siempre presente un término más moderno como la RSC (Responsabilidad Social Corporativa).
La cadena de jugueterías Toys ‘R’ Us ha dejado todo lo anterior en el armario para su campaña de Navidad 2014 y ha lanzado un spot televisivo que, en vez de las amables tres ‘B’ (bueno, bonito y barato), reúne más bien las terribles tres ‘M’: mediocre, mezquino y macabro. Mediocre porque ni siquiera el esfuerzo desde el punto de vista audiovisual es digno de mención (sucesión de planos cortos grabados en estudio); mezquino porque apela al ‘y yo más’ de un segmento de población tan vulnerable como la infancia y macabro porque, quizás en un acto de irresponsabilidad, la multinacional norteamericana no es consciente del daño que un mensaje tan consumista, egoísta, avaricioso, y un largo etcétera, puede provocar en muchos hogares. Desde la frustración de aquellos padres y madres que sientan que no pueden satisfacer los deseos de sus hijos en una época tan delicada como la Navidad, hasta el miedo de los propios niños y niñas a tener menos juguetes que sus amigos o compañeros de escuela y sentirte por ello: ‘menos que los demás’.
A la educación del ‘tanto tienes tanto vales’ no se la conocen hasta el momento grandes éxitos. No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor para reflexionar sobre qué es lo que ha podido empujar a tantos personajes públicos a adueñarse de bienes comunes por el simple hecho de ‘acumular’ (sinónimo del ‘y yo más’). De ahí la gravedad de tratar de vender juguetes bajo el mensaje tan poco original como cruel de que el tener ‘más y más’ llevará a los niños a un estado de felicidad.
Pero es cierto que en el universo de la oferta y la demanda todos tenemos una parte de responsabilidad y que, como consumidores, siempre nos quedará la opción de volver a la juguetería de barrio, esa a la que probablemente su cuenta de resultados no le permite siquiera plantearse la inversión en publicidad.
(Enlace a anuncio TV Toys ‘R’ Us Navidad 2014)
http://content.zone-secure.net/toysrus_2014/toys_R_US_es/?ab=cat_NAVIDAD&camp=SN_twitter_2014
3 comments
pacom says:
Nov 18, 2014
Estoy en desacuerdo, a una cosa simple y amable le das una interpretación torticera
B. Ferrer says:
Nov 18, 2014
Respeto tu desacuerdo, igual que respeto que cada uno eduque a sus hijos en los valores que considere más oportunos. Simplemente me parece oportuno pararnos a pensar por un momento si transmitir un mensaje de «cuanto más tengas, mejor» a un niño (que no tiene la capacidad de análisis de un adulto) no es jugar bastante sucio. Soy perfectamente consciente de que el fin último de la publicidad es vender, pero creo que se puede hacer de otra manera y que jamás hay que obviar el contexto (estamos hablando de 1 de cada 4 niños en riesgo de pobreza en España, ¿no es para ponernos serios?). En Brasil, por ejemplo, se ha prohibido este año toda la publicidad dirigida a menores, por considerar que persuadir e inducir al consumo a los niños fomenta las desigualdades y vulnera los derechos del menor…
Cristina says:
Nov 18, 2014
Me alegra ver que no solo yo me estremecí al ver este anuncio. Gracias por su cordura.